El Director de Informática como Agente del Cambio

"El Director de Informática como agente del cambio"
por A. Cota y M. González


En la mayoría de las organizaciones el Director de Informática o Director de Sistemas está singularmente ubicado para jugar un papel importante en el cambio institucional y detonar la productividad de su organización. Pero esto último sólo sucederá si además de conocer la tecnología, el Director de Sistemas sabe alinearla con las necesidades de negocio y justificar su adopción dentro de la organización.

Las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) se han desarrollado a un ritmo vertiginoso lo que puede significar que en ocasiones los usuarios desconozcan todo lo que ellas ofrecen, así como que las tecnologías parezcan ofrecer más de lo que verdaderamente es realizable.

Es aquí donde interviene el Director de Sistemas. Podríamos, quizá, hablar de la existencia de una tendencia en la transformación del puesto de "Chief Information Officer" hacia el puesto de "Chief Innovation Officer" o cómo la Innovación Tecnológica juega un papel cada vez más importante en el apoyo que las TIC pueden dar a la organización para lograr un incremento de la competitividad.

Es bien sabido que existe una curva de adopción de tecnologías en las organizaciones representada por el volumen o la cantidad de empresas que adopta una determinada tecnología con respecto al paso del tiempo. En sus inicios, cuando las tecnologías son jóvenes y desconocidas, sólo los muy aventureros se atreven a implantarlas y algunas veces pagan el precio de estar en el "bleeding-edge" o "frente sangriento" a través de costos ocultos de aprendizaje, errores humanos y carencia de soporte.

No es sino hasta que el uso de las tecnologías adquiere una "masa crítica", que el grueso de las organizaciones decide incorporarlas a sus procesos productivos. Finalmente, también existen las organizaciones que se resisten al cambio y que sólo incorporan una tecnología cuando ha sido probada hasta la saciedad y sale más barato usarla que no hacerlo (por ejemplo, ¿qué tienda rechazaría el uso de una caja registradora el día de hoy? o ¿qué departamento de contabilidad rechazaría el uso de una hoja de cálculo para hacer su trabajo?).

El reto para el Director de Informática es: seleccionar la tecnología más apropiada para el esquema de negocio de su organización, saber determinar el momento preciso para su introducción, vencer el rechazo que esta tendrá en los usuarios, y ser capaz de cuantificar en forma verificable los beneficios que la nueva tecnología ofrece.

Ejemplos de las preguntas que podría hacerse un Director de Sistemas son:
  • ¿Debo permitir el uso de Mensajería Instantánea externa en mi red o debo instalar mi propio sistema de Mensajería Instantánea?
  • ¿Debo instalar videoconferencia hasta el escritorio de los usuarios?
  • ¿Debo implantar una infraestructura de encripción y control de acceso para los documentos sensibles?
  • ¿Debo mejorar mi sistema de respaldos?
Pero quizá las preguntas más difíciles de contestar son:
  • ¿Cuánto me beneficia económica y productivamente hacerlo o no hacerlo?
  • ¿Cuánto me arriesga o me perjudica?
  • ¿Cómo puedo medir los costos y los beneficios en forma verificable?
Para complicar más las cosas, hacer Innovación Tecnológica significa que el Director de Sistemas está tratando de implantar una tecnología que poca gente o nadie en la organización conoce, y mucho menos aprecia sus beneficios.

Y no debemos descuidar que sin una adecuada alineación de Tecnología y Negocio la inversión se convertirá en un costo improductivo, provocando aún mas rechazo para la adopción de futuros cambios tecnológicos.

Quizá uno de los mayores problemas es precisamente cuantificar los beneficios de las TIC. Por ejemplo: sabemos cuánto cuesta operar o subcontratar los servicios de correo corporativo (con nombre de dominio propio), pero ¿cuánto le sirve a la organización tener un sistema de correo electrónico propio?

El Director de Informática debe, por lo tanto desarrollar metodologías y criterios para la evaluación de tecnología así como para su introducción en la organización y todo esto además de conocer la tecnología y ser un experto en su negocio.

En el lado positivo, el Director de Informática tiene la gran oportunidad de convertirse en agente del cambio y facilitar que su organización se distinga de su competencia logrando que la productividad se detone.

"La tecnología en sí no ofrece soluciones, sólo promesas y es tarea de nosotros hacerlas realidad".

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